Foto del colegio en 1965. Se le llamaba coloquialmente “el Rojo” por sus paredes de ladrillo, o “el de arriba”. Erigido el edificio anexo, a éste se le llamaría “el Blanco”, o “el de abajo”. Puede verse la modificación que tuvo el ala norte, la de entrada.(Propiedad de Fotos Dopazo).El jueves 14, los miembros docentes de la Federación Cántabra de Espeleología -Juan Colina (Presidente de la Federación Cántabra de Espeleología, Javier Lusarreta (Director de la Escuela Cántabra de Espeleología), José Demetrio y Álvaro Subiñas (espeleólogos y ponentes de la charla)-, y cuya sede está ubicada enfrente de nuestro colegio, en los bajos de los locales municipales cedidos por el Ayuntamiento de Camargo, estuvieron dando una charla audiovisual -por primera vez en un colegio de Cantabria- sobre aspectos generales de la Espeleología.
El objetivo era acercar a nuestros alumnos al conocimiento de los tesoros subterráneos que albergan las cavidades cántabras.
Los alumnos escucharon muy atentos.Los alumnos de cuarto y quinto de primaria pudieron observar cual es el equipo necesario para introducirse en una cueva, cómo se mueven los espeleólogos por las cavernas, qué formaciones litogénicas se pueden encontrar dentro, cómo se desarrollan y forman las cavidades, qué animales y plantas se pueden encontrar dentro de este mundo subterráneo, normas de seguridad para entrar en una cueva, y -sobre todo-, la importancia de respetar éste medio ecológico, tan bello y tan frágil a la vez.
Listos para descender
Mostrándonos los sistemas de iluminación.Y todos quedaron muy sorprendidos con el atuendo y equipamiento de un espeleólogo, con los métodos de iluminación usados en éste oscuro ambiente -mediante carbureros y las modernas lámparas de leds-, con la grandiosidad y belleza de las cuevas y las formaciones que las decoran, con la peculiar forma de vida de la fauna subterránea...
Un alumno pregunta a los espeleólogos.El ponente terminó su charla señalando un principio básico para proteger nuestras cuevas: No dejar nada y no sacar nada. Con este sencillo principio podremos seguir disfrutando de su belleza y grandeza.
Agradecemos el interés y dedicación mostrados por estos altruístas espeleólogos hacia los alumnos- que con su labor de divulgación- nos acercaron de forma sencilla y práctica al gran patrimonio subterráneo de Cantabria, a explorar y preservar por las futuras generaciones, que no son otros, sino nuestros alumnos.
