Durante la semana se formaron distintos grupos, con sus monitores correspondientes, según el nivel de esquí que tenía cada uno.
La experiencia ha sido muy enriquecedora pues los que ya sabían han mejorado notablemente su nivel y los que empezaban han sufrido, pero han disfrutado con los logros que han alcanzado subiendo por las perchas y deslizándose por la nieve. La primera experiencia del telesilla también ha sido apasionante y han superado todos los miedos de altura.
Todos los que han participado en el curso han salido sabiendo esquiar, perfeccionando su pilotaje de esquí y han bajado por pistas verdaderamente difíciles.
El ambiente en el albergue también fue fantástico , con sus partidas de cartas, de ping-pong, los juegos y concursos nocturnos y tantas y tantas cosas que hicieron que la semana de nieve sea algo difícil de olvidar.
Además tuvimos la suerte que durante la semana no hubo ningún percance, por lo que mucho mejor todavía.
Se me olvidaba: hicimos un concurso de muñecos de nieve con un nivel que ya quisieran para sí muchos países de esos que tienen tradición de nieve.